Diversidad del entorno local

Paisaje Chileno.

 

Chile se extiende a orillas del Pacífico en forma de una faja de 4270km de longitud, una anchura máxima de 355km al norte de Antofagasta y una mínima de 15 km en Puerto Natales. Limita al N con Perú, al E con Bolivia y Argentina y al O y S con el Pacífico. Chile presenta tres regiones diferenciadas:


El Norte o región del desierto de Atacama; es uno de los lugares más áridos del mundo, y excepcionalmente rico en yacimientos minerales. Allí, en las formaciones de roca llamadas "caliche" se encuentra el nitrato de sodio (salitre) en estado natural. El Valle Central es muy fértil, alberga a las dos terceras partes de la población y es la zona agrícola más importante del país.
El sur, o región de los lagos, donde el mar penetra profundamente en las montañas, se caracteriza por sus extensos bosques de coníferas.

Los casi 4.000 kilómetros de los Andes forman la frontera oriental de Chile con el occidente de Argentina. Alcanzan alturas de 6.895 en Ojos del Salado. Paralela a los Andes se extiende una larga depresión, que forma el desierto de Atacama al norte, y llanuras fértiles en el centro.. Una cadena montañosa se extiende entre la depresión y la costa, y en el sur se forman numerosísimas islas.

Zonas:

En la amplia extensión de su territorio de norte a sur, Chile presenta diversidad de paisajes para el turismo, el deporte y la aventura, que valen la pena experimentar y conocer.

El Desierto de Atacama
Este desierto, que exhibe una riqueza escénica de enorme extensión, cubre los 600 km. más áridos del planeta. La sequía es tal que los objetos o restos quedan fosilizados por siglos; en las laderas de sus cerros, la mano del hombre primitivo dejó su huella en gigantescos geoglifos. 

 Y en medio de este yermo desierto sin vida, la naturaleza se manifiesta en todo su esplendor: aparece el Lago Chungará, una impresionante reserva de agua perteneciente al Parque Nacional Lauca, hábitat natural de innumerables especies de aves.

 La ruta que une el puerto cuprífero de Antofagasta con Calama atraviesa los cambiantes colores y texturas del paisaje, sembrado de pueblos fantasmas que proclaman en silencio la grandeza de su pasado.

Iquique y Arica

Al norte, muy al norte, la fronteriza Arica y su atractiva vecina Iquique, son las principales ciudades que están junto al mar. Arica es la primera ciudad septentrional, y gracias a sus cuidados jardines, hacen olvidar el desierto.

 Ofrece excelentes playas de aguas cálidas y un interesante museo precolombino en el que se conservan momias con diez mil años de antigüedad. Es punto de partida hacia los valles de Azapa y Lluta, en los alrededores de la ciudad, así como al lago Chungará y hacia los pequeños pueblos de Socoroma, Putre y Parinacota. Iquique (del aborigen Icaza), capital del salitre y cuna de grandes fortunas durante el siglo pasado, es hoy un activo puerto que aún conserva sus hermosas construcciones neoclásicas. Iquique es zona franca (libre de impuestos) y destaca por sus principales alrededores: antiguas salitreras abandonadas, hoy pueblos fantasmas, oasis, geoglifos y playas. Cerca de Iquique se encuentra La Tirana, un pueblo casi deshabitado que entre el 12 y 18 de julio recibe miles de visitantes, lugareños y turistas, para celebrar a la Virgen del Carmen en una fiesta llena de música, bailes y colorido.

Temuco
La ciudad de Temuco es la más próspera del sur, está ubicada en el centro del antiguo territorio aborigen de Araucanía en las onduladas praderas que circundan a la antigua ciudad fronteriza, donde los mapuches mantienen viva su cultura ligada a la tierra y a la naturaleza.

En el Parque Nacional Conguillío se yergue el volcán Llaima y los imponentes campos de lava se despeñan por sus laderas como testigos de repetidas erupciones. La Ribera sur entre las ciudades de Villarrica y Pucón, al igual que los lagos Caburga, Calafquen y Panguipulli, son perfectos sitios para descansar, conocer, y pasar unas inolvidables vacaciones.

Tierra del Fuego y la Antártica
La gran isla de Tierra del Fuego fue bautizada así por Fernando de Magallanes por los fuegos de los aborígenes que la habitaban y que fueron vistos desde la embarcación. Su porción norte es una pampa ondulada y cambiante. Esta región casi sin horizontes cuenta con grandes taludes glaciales y alberga distintas variedades de pingüinos.

Hacia el sur hay bosques de árboles barbudos que luchan contra el viento incesante. Los barcos que zarpan desde Punta Arenas recorren los canales salvajes y románticos hasta Puerto Williams, en el canal Beagle, el más austral poblado chileno; algunos siguen hasta la Antártida, la última frontera, lugar que justifica atravesar el planeta para conocerlo. De acuerdo con un tratado internacional, la Antártica sólo se puede utilizar para fines científicos. Chile reclama un territorio de 1.250.000 km² del continente blanco.